Villa d'Este en Tivoli

Un poco de historia de la Villa d'Este en Tivoli

El cardenal Ippolito d’Este ordenó la construcción de la Villa d’Este en 1550. El pintor, arqueólogo y arquitecto Pirro Ligorio ideó este maravilloso proyecto realizado por el arquitecto Alberto Galvani. En 1572 la decoración pictórica de las salas del Palacio estaba casi terminada. En 1605, por voluntad del cardenal Alejandro d’Este, inició una fase de restauración con obras de reparación en el jardín y en los implantes hidráulicos, reordenación de los jardines y mejoras de las fuentes.

Otros trabajos de restauración se realizaron entre 1660 y 1670 bajo la dirección de Gianlorenzo Bernini. Durante el siglo XVIII la Villa d’Este cayó en un período de decadencia que empeoró cuando pasó a ser propiedad de la Casa de los Habsburgo. A mediados del siglo XIX, cuando los duques de Módena dieron el derecho real de la villa al cardenal Gustav von Hohelohe, se llevaron acabo las reformas con las que la villa volvió a albergar importantes figuras del mundo cultural.

Con la Primera Guerra Mundial, la villa pasó a ser propiedad del Estado Italiano (1920-30), que emprendió una nueva fase de restauraciones y la abrió al público. Los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial dañaron la villa e inmediatamente después de la guerra se realizó una restructuración radical. Años más tarde se realizaron restauraciones que aportaron obras como la Fuente del Órgano y sus “Cantos de los pájaros”.

Qué es hoy la Villa d'Este en Tivoli?

La Villa d'Este que se encuentra en Tivoli, muy cerca de Roma, es una obra maestra de la arquitectura italiana por el diseño de sus jardines. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 2001 por la UNESCO y se encuentra actualmente administrada por la Superintendencia del Patrimonio Ambiental y Arquitectónico del Lazio.

Esta obra maestra de "jardín italiano" cuenta con una impresionante concentración de fuentes, nenúfares, cuevas, juegos acuáticos y música hidráulica, has ido un modelo imitado en los jardines europeos del manierismo y del barroco.

Curiosidades de la Villa d'Este en Tivoli

Sabías que una de las fuentes más importantes de esta villa es la Fontana de Nettuno (Fuente de Neptuno)? Esta fuente fue realizada originalmente por Gian Lorenzo Bernini y fue restaurada en el siglo XX. Gracias a su gran belleza se convirtió en un modelo para la realización de muchas fuentes del siglo XVIII.

Por qué visitar la Villa d'Este en Tivoli?

La Villa d'Este en Tivoli contaba con hermosos jardines construidos en terrazas en estilo manierista que eran muy típicos del renacimiento aprovechando de la espectacular ladera del territorio. Su realización necesitó de muchas innovaciones para traer el agua y abastecer la gran cantidad de cascadas, fuentes y juegos de agua que fueron utilizados para su decoración.

Esta villa se inspiró en la Villa Adriana que fue el aristocrático retiro del Emperador Adriano, así como en diversas técnicas romanas de ingeniería hidráulica.

Cómo puedo visitar la Villa d'Este en Tivoli?

La Villa d'Este es un espléndido ejemplo de residencia renacentista y para visitarla es posible unirse a la Visita Guiada en Grupo Tivoli, Villa Adriana & Villa d’Este con salida desde Roma.

Otras atracciones en la zona

La Villa d'Este en Tivoli se encuentra a pocos kilómetros de Roma. Hay muchas razones para visitar Roma, recorrer sus calles y rincones nos despierta el irresistible deseo de volver a ella. Por lo tanto durante tu visita a la ciudad eterna, no olvides de visitar las siguientes atracciones:

Los Museos del Vaticano son una de las principales atracciones de Roma. En su interior se albergan miles de obras de arte recogidas durante más de cinco siglos por la Iglesia Católica.

Seguramente una de las razones principales para visitar los Museos del Vaticano es la Capilla Sixtina, considerada la obra maestra de Miguel Ángel.

La Plaza de España o Piazza di Spagna es uno de los lugares más visitados de Roma. La monumental escalinata es un lugar de encuentro no solo de los romanos sino también de turistas y sin lugar a dudas ha sido el escenario ideal para un sinfín de películas.

Otra de las plazas que no puede faltar en tu recorrido por Roma es Plaza Navona, ubicada en el lugar donde se encontraba en el año 86, el estadio de Domiciano (Circo Agonal), contaba con una capacidad para más de 30.000 espectadores donde los romanos disfrutaban de los juegos atléticos griegos.